Photography: Photography smashed with Poetry (Mary Grace de la Peña)
Model: Maria Amanda
Dress: Avalon Saez
Headpiece (moon halo) : Hysteria Machine
Artemisa o Ártemis (Ἄρτεμις,), hija de Zeus y Leto y hermana gemela de
Apolo, era la diosa virgen de la Luna, los animales salvajes, los bosques y la caza en la mitología de la antigua Grecia.
Su madre, Leto, fue seducida por Zeus y acosada por la esposa de éste,
Hera, quien le envió a la sepiente Pitón para que le diese muerte, pero
gracias a la intervención de Zeus, que convirtió a Leto en codorniz,
esta pudo escapar volando.
Hera prohibió entonces que Leto fuese acogida por ninguna tierra o isla
que hubiese visto la luz del Sol para alumbrar a sus hijos. Sin embargo,
la recién creada isla flotante de Delos se apiadó de ella y le permitió
posarse para dar a luz con la condición de ser el lugar que acogiese el
principal centro de culto del dios al que Leto diese a luz.
Durante el parto de Leto Hera secuestró a Ilítia, diosa de los partos,
de manera que la recién nacida Ártemis (que nació en el sexto mes de
embarazo) tuvo que ayudar a su madre en el parto de su propio hermano
gemelo, Apolo (quien nació en el séptimo mes de embarazo).
Se dice que el hecho de que Ártemis solicitase a Zeus poder permanecer
virgen para siempre se debe a la traumática y dolorosa experiencia del
parto de su madre, hecho que también la convirtió en diosa protectora de
los partos, atributo que compartía con Hera e Ilítia.
Ártemis era a menudo representada con su arco y flechas, a menudo
acompañada de perros, cievos u otros animales, pues era la diosa de la
caza, los animales salvajes y los bosques.
Cuando contaba con tan solo tres años de edad pidió a su padre Zeus,
además de que le permitiera permanecer virgen para siempre, sabuesos de
orejas gachas que la acompañasen en sus cacerías, ciervos que condujeran
su carro y un séquito de ninfas vírgenes que la acompañasen.
Ártemis era considerada en la mitología griega clásica como diosa de la
Luna en su aspecto de doncella. Se la consideraba protectora de las
mujeres y de sus secretos más íntimos, especialmente de las
niñas/adolescentes y las parturientas.
Evitaba la compañía de los hombres y además del séquito de ninfas que le
había concedido su padre Zeus tembién tenía a su servicio a sesenta
Oceánides (ninfas hijas de Océano y Tetis), todas ellas entregadas a la
diosa bajo un voto de castidad.
En este sentido era muy severa y castigaba con dureza a todas las
doncellas consagradas a ella que rompían su voto, igual que a todos
aquellos varones que se atrevían a insinuársele.
En torno a su virginidad existen numerosas leyendas en las cuales
Ártemis castiga a quienes han quebrantado su voto de castidad o han
puesto en peligro la de la propia diosa.
En una ocasión, el principe tebano Acteón, estando de caza, tuvo la mala
suerte de sorprender a la diosa bañándose desnuda en un rio. Por esto
Artemis lo convirtió en un ciervo al que despedazaron sus propios
perros.
Según otras versiones de esta historia Acteón no habría sorprendido a
Ártemis bañándose desnuda, sino que se habría jactado de ser mejor
cazador que ella, razón por la cual Ártemis lo habría castigado de tan
cruel manera. En otras versiones quien se jacta de ser superior a
Ártemis en la caza es Adonis, al cual la diosa enviá un jabalí para que
le de muerte.
Sin embargo, en el episodio en el que Acteón sorprende a la diosa
bañándose podemos vislumbrar una advertencia presente en muchos otros
mitos, la de no profanar los misterios divinos, y que en esta historia
podría tener reminiscencias de la época matriarcal durante la cual éstos
estaban especialmente vedados a los hombres.
En otra leyenda es el cretense o ateniense Siproites quien descubre a
Ártemis desnuda bañándose en el rio, y fascinado por su belleza no es
capaz de apartar la vista de ella, razón por la cual la diosa lo
convierte en mujer.
La ninfa Calisto, perteneciente al séquito de Ártemis, fue seducida por
Zeus, tomado este último para lograr su propósito la forma de la propia
diosa. Cuando Ártemis descubrió el embarazo de Calisto y se lo reprochó,
Calisto le dijo que era culpa suya y enfurecida Ártemis la transformó
en osa. Posteriormente Zeus catasterizó a Calisto en forma de la
constelación de la Osa Mayor (según algunas versiones el hijo que
esperaba fue también transformado en constelación: la de la Osa Menor).
Hay quien cree que Calisto era en realidad un aspecto o un epíteto de la
propia diosa y que su transformación en osa estaría relacionada con la
Ártemis acadia, que era representada bajo esta forma.
El hecho de que Ártemis fuera en sus orígenes una diosa de la fertilidad
aparece reforzado en algunos mitos en los que presenta una clara faceta
sexual.
De hecho, aunque se la considera una diosa virgen en algunos mitos se
dice que se unió al dios Pan (lo cual hubiera sido lógico siendo ella
una diosa de la fertilidad, los bosques y los animales salvajes y él un
dios de la fertilidad masculina) mientras que mucha más conocida es la
historia de la diosa y Orión.
Según algunas versiones la diosa se habría enamorado del gigante cazador
Orión y le habría dado muerte cuando él prefirió a Eos, la diosa de la
Aurora (aunque este mito es muy similar, y posiblemente una variación
del de Eos y Titón, en el cual es Afrodita quien castiga a la diosa de
la aurora a enamorarse de un mortal, celosa de que se hubiese acostado
con su amate Ares).
La versión más popular del mito de Orión y Ártemis es aquella en la cual
el gigante intenta violar a una de las ninfas de su séquito o a la
propia diosa, tras lo cual Ártemis le envia a un escorpión que lo mata;
posteriormente ambos fueron inmortalizados en el firmamento en forma de
las constelaciones de Orión y Escorpio .
Otras versiones hacen que el castigo de orión sea debido a que se jacta
de ser mejor cazador que la diosa o a que mantiene una relación con
ella, lo cual despierta los celos de su hermano Apolo, quien o bien
envia al famoso escorpión o bien engaña a Artemisa retándola a acertar
con una de sus flechas a un punto en concreto en el océano que parecía
una roca y resultó ser la cabeza de Orión, el cual estaba nadando, y al
que la certera flecha dio muerte.
Ártemis fue convertida por los romanos en la diosa cazadora Diana,
aunque como ocurrió muchas otras divinidades, su concepción y carácter
cambiaron bastante dentro de la mitología romana, convirtiendose en una
diosa de menor importancia, cuyos atributos asimiló en gran medida Juno
(la equivalente romana de Hera).
Como ya hemos dicho en la mitología griega Ártemis poseía una faceta
terrible y amenazadora como diosa de la caza; de hecho se continuaron
realizando sacrificios humanos a Artemisa tiempo después de que se
hubieran eliminado éstos al resto de los principales dioses convertidos
en olímpicos.
Se decía que los pueblos de Quersoneso Taúrico (Crimea), en el Mar
Negro, sacrificaban en su honor a todos aquellos que arrivaban a sus
costas, y que los espartanos realizaban sacrificios anuales en su honor
hasta el S.IX a.C, cuando la reforma de Licurgo puso fin a estos y se
sustituyeron por ceremonias de flagelación ritual.
El principal culto de Ártemis se encontraba en Éfeso, en la costa de
Asia Menor, donde su templo era considerado una de las siete maravillas
del mundo antiguo; allí se encontraba una estatua de la diosa con
numerosos pechos y otros símbolos que reflejan sus orígenes como diosa
de la fertilidad.
A menudo las niñas atenienses eran enviadas entre los cinco y los diez
años al santuario de Artemisa en Braurón para servir a la diosa durante
un año, tiempodurante el cual eran conocidas con el nombre de "arktoi"
("oseznas").
Según una leyenda esta costumbre se había originado cuando un oso
perteneciente al santuario de Braurón mató a una niña por accidente. Sus
hermanos decidieron vengarla y a su vez dieron muerte al animal, razón
por la cual Artemisa habría exigido que todas las niñas fueran "osas"
durante un año y sirvieran en su templo.
También era costumbre para las jóvenes griegas ofrendar sus viejos
juguetes y objetos infantiles, junto con un mechón de su cabello, a la
diosa Artemisa, antes de casarse, simbolizando así que dejaban atrás la
niñez y la castidad, anuque también en esta costumbre podríamos
encontrar reminiscencias de su culto como diosa de la fertilidad, pues
tradicionalmente en la mayoría de culturas era típico hacer ofrendas
durante los casamientos a los dioses y diosas propiciadores de la
fertilidad).
A ella estaban dedicados los festivales de Elaphebolia en invierno ,
Munikia en primavera, Kharisteria, Brauronia, y el festival de Ártemis
Ortigia en Esparta.
Su culto fue más popular en el este del Mediterráneo y las islas del
Egeo que en Grecia continental y por supuesto, que en Italia, donde
hasta cierto punto fue asimilada con Hécate, hecho que comprobamos con
el hecho de que en época romana uno de sus epítetos fuese "Diana Trivia"
en referencia a su asociación con los cruces de caminos, que en un
principio estaban asociados a Hécate.
Algunos otros epítetos bajo los que se conocía a Ártemis eran Potnia
Theron ("Señora de las Fieras"), como protectora de los animales
salvajes; Artemis Agrotera, nombre bajo el cual era patrona de los
cazadores; Arktos ("la osa"); Artemis Lokhia como protectora de los
nacimientos; Artemis Ortigia en Esparta; o Febe como la forma femenina
de su hermano Febo Apolo.